Chulilla es un pueblo en el interior de la província de Valencia y a poco menos de una hora en coche de la capital. El pueblo combina el encanto de la naturaleza con el arquitectónico. No podemos evitar nombrar el elemento más simbólico de la localización, su castillo del siglo XIV que también está declarado como Monumento Histórico Artístico. Proponemos que dediques parte de la excursión a callejear por Chulilla, descubrir su iglésia y contemplar la panorámica desde el castillo, y la otra parte a hacer una de las rutas que te proponemos en este blog.

Aprovecha tu próxima escapada a Valencia para hacer una excursión a Chulilla y descubrir sus encantos y su patrimonio natural. ¡No te arrepentirás! Te recomendamos que te alojes en el Hotel Beleret, en Valencia, para disfrutar unos días de lo que ofrece la ciudad y dedicar otro día a hacer una excursión más rural.

Ruta Puentes Colgantes de Chulilla

La ruta que recomendamos en este municipio tiene la particularidad de cruzar dos puentes, razón por la cual se la conoce como la Ruta de los Puentes Colgantes de Chulilla. El camino nació con el propósito de acortar la distancia entre el pueblo y el embalse del río Turia en los años 50.

De tan solo 5 kilómetros, tiene una dificultad baja, por lo que es ideal para hacer con niños. Aunque, puede que no acabe de convencer a los que tengan miedo a las alturas. Su primer puente, de 21 m de longitud, se alza a 15 m de altura; y el segundo, de 18 m de longitud, tiene una altura de 5,5 m.

Ruta del Charco Azul

Otra excursión sencilla y familiar es la que conduce hasta el Charco Azul, el embalse que forma el Río Turia. Pero antes de conocer los entramados de la ruta, un poco de contexto: Chulilla es un municipio de orígen islámico que presume de un paisaje abrupto fruto de la fuerza del cabal del río Turia. Fueron los árabes quiénes, aprovechando el punto más profundo del cañón que bordea Chulilla, que mandaron construir una presa de derivación para facilitar el proceso de regado de los huertos del pueblo. Esa presa, hoy en día, es la que llaman el Charco Azul.

La ruta hacia el Charco Azul nace en la Plaza de la Baronía, en la misma localidad, y baja en un primer tramo algo empinado hasta el fondo del Cañón de Turia. Se debe llegar hasta orillas del río y cruzar por una pasarela de madera hasta llegar al sendero que conduce al final del camino. El Charco Azul fue bautizado con ese nombre por el agua turquesa del agua, aunque hoy en día sean verdes. Sin embargo, el paisaje que regala de un pequeño embalse rodeado de unas imponentes rocas, es impresionante.

El recorrido es circular y bastante corto, de casi 4 km. Aunque, también existe la opción de, una vez se llegue al Charco Azul, rehacer el camino de ida, en cuyo caso, la ruta se reduciría a 2 km escasos.

Ruta Chulilla – Gestalgar

La ruta más larga que proponemos en este post es la que conecta el pueblo de Chulilla con el de Gestalgar, con un total de 12 km. Al igual que en la anterior ruta, comienza en la Plaza de la Baronia y desciende hasta orillas del río Turia. Una primera parada interesante en esta excursión es las ruinas del antiguo lavadero, a un lado del río.

El sendero continua por un camino agrícola que regala increíbles paisajes de campos y huertos del pueblo. La ruta pasa por distintos punto de interés: la fuente de la Ricona, donde podemos aprovechar para hacer un merecido descanso y llenar las cantimploras con agua, la desembocadura del río Sot, la antigua fábrica de piedra esmeril Corindón, que fue derruída por una riada en el año 1957, y los restos de un antiguo acueducto romano.

Se llega al destino, el municipio de Gestalgar, tras pasar por una antigua presa, también destruída por la fuerza de las ríadas. En Gestalgar podremos aprovechar para visitar su casco antiguo y su castillo, que poco tiene que envidiar al de Chulilla.